Arquitectura, Naturaleza y Energía

Faro en Puerto Colombia

Bogotá
2022

Equipo de trabajo: Mauricio Pinilla y Samuel Velásquez.

Dos torres, una de madera, otra de vidrio y aluminio.
La de madera aloja al faro y una plataforma para observar el paisaje. Representa la tradición artesanal y el trabajo con las manos. El proceso constructivo es sencillo y en él trabajarán los miembros de la comunidad. Su participación llenará de orgullo a todos y creará el mismo sentimiento de solidaridad y pertenencia que surgía entre los nacientes ciudadanos libres de las ciudades medievales al esforzarse unidos para levantar sus catedrales. Se usa madera por su apropiada huella de carbono, su pertinente masa térmica y la memoria de su utilización por siglos para construir viviendas, canoas y objetos útiles en la región.
La de vidrio y aluminio aloja los ascensores para que todos sin excepción puedan subir hasta el mirador. Representa la innovación, la precisión, la investigación de punta, la alta tecnología y el orgullo que despierta el espíritu emprendedor de nuestro país. Los cristales que la revisten estarán tratados con grabados para evitar accidentes a las aves.
Las dos estructuras se hermanan como símbolo de armonía y cooperación, con oportunidades para todos en una sociedad fraterna.

Desde el elevado mirador se podrá ver a un costado el mar y el lejano horizonte de la tierra curvándose. Hacia el oriente, se divisará Barranquilla y tras ella el vasto paisaje de ciénagas que culmina en las cumbres de la Sierra Nevada, a cuyos pies está Aracataca, un territorio cargado de significados en la historia y la literatura de Colombia.
La estructura de madera, para perdurar, requerirá una base sólida que la preserve del agua. Se la aprovecha para constituir un gran salón circular útil para que la comunidad sostenga reuniones y realice eventos culturales y fiestas.
Alrededor de este basamento se agrupan en secuencia circular que confina el espacio y le otorga una escala protegida, una sucesión de pequeños locales aptos para ofrecer comidas, refrescos y los productos artesanales de la comunidad. La cubierta será una sucesión ondulante de bóvedas que permitirán el paso franco de la brisa y recordarán lo mejor de la historia de la arquitectura moderna de Barranquilla, como nos la contara el profesor Carlos Bell.
Con arbolado nativo, este espacio gozará de sombra fresca: caracolís y jobos y algarrobos de ramas extendidas y san joaquines de flores rojas y buches, tréboles y membrillos y otras especies que ofrezcan a aves, abejas y murciélagos alimento y refugio y creen un pequeño nicho ecológico para la polinización y la dispersión de semillas.

La torre del faro estará constituida por un anillo de columnas laminares de maderas provenientes de bosques certificados, con arriostramientos diagonales y uniones con tornillos y platinas de aluminio. Un triángulo equilátero interno alberga la escalera, que irá ascendiendo con cambios sucesivos de dirección y rellanos amplios que permitirán detenerse a apreciar los hitos del paisaje.
El círculo y el triángulo equilátero guardan entre sí una profunda relación geométrica.
Gracias a ella, la estructura adquiere una especial solidez.
La porosidad de la disposición de las maderas hará que el viento no pueda ejercer sobre la torre presiones excesivas. Esa transparencia fundirá la visión de la estructura en un todo con el paisaje y el cielo.
Con cuerdas entretejidas se cierra el nivel de arranque de la estructura, recordando la trama y la urdimbre de las cestas de fique y bejuco que crean los artesanos del Atlántico.
La torre de vidrio y aluminio se une con un puente articulado al mirador. Será el testimonio de nuestro tiempo, un monolito abstracto en tenso contraste con el paisaje.