Bogotá
2022
Equipo de trabajo: Mauricio Pinilla, Santiago Pinilla, Samuel Velásquez y Mateo Arcos.
“La escuela comenzó con alguien bajo un árbol. No sabía que era un maestro y contó lo que había comprendido a otros que no sabían que eran sus alumnos.” Louis I. Kahn
En esta breve parábola de Kahn está la esencia de la escuela como institución humana: un lugar en el centro de la comunidad, protegido y en contacto fraterno con la naturaleza, consciente del sol, del agua y del viento, sobre la tierra y bajo el cielo.
Principios, propósitos y operaciones proyectuales:
a. Desde la memoria: reconocer la importancia urbana de la esquina, con una plazuela sombreada por un árbol, con bancas para esperar la salida de los niños y una pequeña logia que ampara la puerta de la lluvia.
b. Desde lo funcional: situar la entrada a los estacionamientos y la bahía para el bus escolar y el camioncito de descargues sobre la vía de menor tráfico.
Proteger, orientar y congregar.
a. Crear un vestíbulo, una esclusa que ofrece tres puertas:
- Una conduce al ámbito de los niños.
- Otra conduce al comedor, cuando este vaya a ser usado por la comunidad.
- La tercera lleva al área administrativa.
- Al ámbito de los niños no ingresan personas extrañas.
b. Configurar el hábitat infantil: un gran espacio central cubierto que reúne a niños y maestros en el juego y el aprendizaje, resguardado de la lluvia y horadado para ligar la tierra con el cielo, recibir el sol e incluir la vegetación. El patio debía ser circular para condensar el espacio en su centro.
c. Disponer las aulas cerrando los flancos del espacio central, de manera que puedan extenderse hacia él por uno de sus frentes y por el opuesto, salir hacia pequeños jardines.
d. Permitir a la sala de profesores salir a pasear desde el área administrativa e instalarse en medio del espacio central – una suerte de buen panóptico, no para vigilar y castigar sino para cuidar y ayudar a crecer.
e. Transformar la cubierta del espacio central en un deambulatorio para correr, ejercitarse y en una galería para ver los eventos colectivos que se
desarrollan en el patio. Con el uso de este techo se incrementa sustancialmente el área de juegos al aire libre para los niños.
Jerarquizar.
Disponer las dos dependencias programáticas de mayor significado colectivo, el comedor y la ludoteca, enfrentadas a lo largo de uno de los ejes del patio y asignarles una escala que coincida con su papel aglutinador.
Cuidar el suelo.
Aprovechar los aislamientos y antejardines y crear espacios amplios de suelo permeable que contribuyan a mitigar el impacto de las lluvias en
una ciudad de suelos casi enteramente impermeabilizados. Con esto puede escogerse una vegetación que promueva la llegada de aves e insectos polinizadores. Así, el subsuelo puede seguir albergando lombrices, gusanos e insectos que son esenciales para el equilibrio ecológico regional.