Arquitectura, Naturaleza y Energía

Edificio Facultad de Artes

Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá.
2013

Equipo de trabajo: Mauricio Pinilla, Andrés Delgado, María Camila Jiménez, Juan Pablo Orejuela, Juan Diego Pérez, Ana Mesa, Pablo Trujillo, Nicolás Colorado, Carlos López.

El nuevo edificio debe asumir la responsabilidad de constituir espacios abiertos significativos y armónicos con los edificios vecinos.

Todo el edificio se asienta sobre una plataforma elevada un metro con respecto a su entorno.
Así, la plaza de acceso se convierte parcialmente en un atrio, como en la Plaza de Bolívar, al entrar a la Catedral.
Las escalinatas se convierten en tribuna y en lugar para sentarse a tomar el sol y ver pasar a los demás. Entreverada entre los peldaños suben en diagonal un par de rampas de escasa pendiente, para las sillas de ruedas y para los jóvenes en monopatines.

El bosque contiguo al Conservatorio ha jugado desde hace años un papel lúdico y de descanso para la comunidad. Sus árboles tienen gran altura y el césped bajo ellos, a veces sombreado, a veces pleno de sol, invita a tenderse sobre él. El borde del proyecto contra este paisaje tiene el deber de reconocerlo y activar su uso.

La cubierta es un jardín. Un par de concesiones de café alrededor de la llegada de los puntos fijos prestan su servicio a los visitantes.  El techo de los auditorios se transforma en teatro. El piso se construye con un sistema modular de losetas de concreto sobre dados, creando una cámara ventilada que protege de la radiación directa la impermeabilización y la hace más durable.  El sistema se combina con bancas y materas que permiten construir ámbitos con escalas específicas para albergar grupos de conversadores y ofrecer espacios propicios para los encuentros y el ocio. El techo, esmeradamente cubierto de vegetación alojada por el sistema modular con el que se lo construye, es la prolongación de las funciones ecológicas del patio y un lugar de estar, estudiar y observar el paisaje.